domingo, 20 de octubre de 2013

La Bóveda del fin del mundo


                                 
     El capitán Töwel contemplaba la inmensidad del espacio punteado mientras repasaba en silencio los motivos de su presencia en aquel rincón del Sistema Solar. A medida que la nave se acercaba al final del viaje, en la pantalla del puente fue cobrando relevancia la inquietante imagen de la otrora azulada Tierra, una inhóspita bola de nieve suspendida en el vacío que había permanecido merecidamente ignorada desde hacía más de doscientos años, cuando la última gran glaciación acabó con casi toda la vida del planeta. Tan sólo unos miles de afortunados lograron mudar un trágico final por una salvación incierta al escapar al espacio en las pocas naves-nodriza construidas antes de que las condiciones climáticas se volvieran insoportables.